A pesar de ser el nuevo integrante de la flamante Liga MX, los universitarios no lograron tener una entrada decente para su primer partido histórico en el máximo circuito. Con 5,815 personas, obtuvieron la peor asistencia al estadio de la jornada.
Foto: Emmanuel Rivera/ @Emmarime.
La afición sigue sin engancharse con la jauría, aunque se mejoró considerablemente el promedio de asistencia respecto a la fase regular del torneo anterior en Ascenso MX, que era de 1,000 personas cada partido aproximadamente.
Sin duda se esperaba una entrada más abultada, pero diversos factores fueron los que influyeron en el triste colorido de las gradas. La principal culpa no es de la gente, como han querido señalar muchos directivos, que piden a gritos que los fans apoyen y abarroten el estadio, ¿Cómo esperan que las personas organicen su tiempo para ver a Lobos? Si ellos no hacen su trabajo como debe de ser, ¿Creen que por “ser de primera” los aficionados están a su disposición? No señores, hay que tratar al público con respeto.
Primero, la directiva lució excesivamente lenta y desorganizada. Poner a la venta los boletos dos días antes del evento es una falta de respeto para la afición; que se cansaba de preguntar por redes sociales por los tickets del encuentro.
Segundo, pésima campaña de difusión. Además del poco tiempo para hacerse de unas entradas, el equipo de marketing no hizo resonar el evento. Mucha gente se quedó con la idea de que los boletos no salían a la venta, eso pasó factura.
Tercero, el costo de los boletos. Por si fuera poco, el “entendible” aumento a los boletos dejó perplejos a propios y extraños. El precio para ver a los recién ascendidos es incluso más elevado que ir a ver un juego del rival de la ciudad, Club Puebla.
Respecto a la temporada anterior, que el costo fue de $20 pesos, ahora el boleto más económico fue de $150, lo que significa un aumento del 750%. Eso sin contar que el ticket más caro cuesta $350 pesos, lo que equivale a un aumento del 1750%.
Cuarto, se le olvidan sus estudiantes. Después de todo lo dicho, ya por fin los aficionados podían adquirir su boleto, los que querían asegurar su lugar hicieron inmediatamente la compra.
Pero unas horas después, se acordaron (O mejor dicho, les recordaron) que su principal público son los estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y que no habían comentado que el descuento a estudiantes BUAP seguía vigente, y muchos de ellos compraron su boleto sin descuento o creyeron que ya no iba a haber reducción por ser universitario, ¡Gran error!
El único consuelo para los organizadores de todo el espectáculo, es que aún les quedan siete juegos en casa para mejorar; e intentar tratar al público como se merece. Y una noticia mejor, los estudiantes de la máxima casa de estudios del estado aún no vuelven a clases; seguramente ellos ayudarán a poner el ambiente en las gradas próximamente.
Así que dejemos de señalar los asientos vacíos, insinuando que a la gente no le importa el equipo. Tienen que hacer las cosas bien, organizar sus procesos como equipo de primera y dejar a los fans responder con su aliento en el estadio.
Lobos BUAP en el campo se reforzó interesante, tienen con que competir para lograr la permanencia, están correctamente dirigidos por Rafael Puente y ya están dando de qué hablar. Respeten el buen juego que muestran en la cancha y háganlo también fuera de ella.