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El Diego de Lobos BUAP

Ser futbolista profesional es y será el sueño de muchos niños que se apasionan de este deporte. Algunos, con trabajo, perseverancia, disciplina y grandes dotes de talento, logran cumplir su deseo. Este es el caso de Diego Rafael Jiménez Hernández, delantero de Lobos BUAP; el hombre que con goles llenó de gloria a un equipo en el que nadie creía.

Foto Archivo

Naciste un 18 de septiembre de 1988 en Guadalajara, Jalisco. Y para 2001 ingresaste a las Fuerzas Básicas de Cruz Azul con apenas 13 años de edad. Siendo un joven determinante y con olfato goleador, en 2007 te abriste paso en las filas de Cruz Azul Hidalgo de Segunda División usando el dorsal 79.

No obstante, tu determinación te llevó a debutar con el mismo equipo, pero de la entonces llamada Primera División “A” un 13 de enero de 2008. Contigo había una camada de jóvenes que querían mostrarle al mundo de lo que eran capaces. Llámese Javier Aquino, Jair Pereira, Alejandro Castro o Gerardo Lugo solo por citar algunos.

Pero no paraste ahí. Aún escalarías más alto. El 28 de febrero de 2009 el fútbol mexicano vio nacer a una nueva estrella de Primera División. Era un partido ríspido contra Atlante y Benjamín Galindo te sacó del banco de suplentes. La camiseta número 43 le hizo ruido a la portería de Federico Vilar con un remate de cabeza que estuvo cerca de entrar. No anotaste, pero te viste bien.

Tras dos años de estar en La Noria, la directiva celeste te cedió a préstamo a Venados. Seguiste dando muestras de tu capacidad para perforar la portería rival, reflejándolo con diez goles en 39 partidos que disputaste con el equipo.

Volviste a primera. Atlante te contrató para ser un referente ofensivo, pero no te darían muchas oportunidades y apenas anotaste un gol en catorce apariciones. Por lo que sería turno de buscar un nuevo equipo para destacar, una nueva casa, un nuevo escudo que defender, un lugar para hacerte grande.

Fue así que en 2014 firmaste con Lobos BUAP. Llegabas con sed de revancha, con la ilusión demostrar que el delantero mexicano tiene con qué pelearle al extranjero. Tuviste una primera temporada de ensueño y fuiste Campeón Goleador con diez dianas.

Has visto al equipo en sus más grandes fracasos, pero el 2017 te daría a ti y tus compañeros motivos para creer. Volviste a coronarte como campeón goleador con otros diez trallazos. De a poquito, te convertiste en el hombre gol de La Manada.

En aquella final ante Bravos diste muestra de tu capacidad con un tanto. Yo te vi esa noche y otras veinte mil almas más enloquecieron en el estadio cuando le dieron la vuelta al marcador. Comenzabas a llenarte de gloria.

Pero nunca olvidaré, esa noche del Ascenso. Cuando todo parecía perdido, te lanzaste como noble caballero al rescate de la princesa, te montaste en tu caballo y corriste más de treinta metros con la marca para dejarlo todo y darle esperanza al estudiante, al maestro, al aficionado carolino. Tú, Escoto, Ibarra, Canales y Cercado se convirtieron en mis Vengadores, se hicieron mis Súper Campeones.

Ahora, una vez más estás en Liga MX. No eres la estrella y no has peleado el balón como quisieras. Acumulas 75 minutos jugados en lo que va del torneo y, aun así, le anotaste un golazo a Tiago Volpi en La Corregidora.

Estoy seguro que te hará justicia la revolución y pronto te veremos en lo más grande. Te respaldan 37 goles de carrera, lo que es admirable para un futbolista que ha batallado para estar donde te encuentras. No importa si es con la Sub20 o con el equipo mayor, siempre compartes tu calidad y destreza.

Jiménez, eres el primer ídolo de la BUAP. El Universitario ha coreado más de una vez tu nombre.Pusiste en la cima del fútbol a unos Lobos que necesitaban hombres como tú. Tienes el espíritu, tienes la técnica, tienes la fuerza, tienes el empuje necesario. Pocos conocen y aman esta camiseta tanto como tú. Eres un auténtico Hombre Lobo.

Yo si le voy, le voy a los Lobos… y eso, es gracias a ti.

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