Lobos BUAP hizo honor al ser un equipo universitario en la Liga MX. Como buen estudiante, empezó fuerte el semestre, en la mitad echó flojera y al final, cuando parecía que iba a reprobar, pasó la matería y lo hizo con buena calificación.
Fotos: Archivo.
Después de las 17 fechas del Torneo de Apertura 2017, los Lobos BUAP concluyeron el torneo al no calificar a liguilla en su debut en la primera división. Con Rafael Puente al frente, los universitarios hicieron 23 puntos, resultado de 7 victorias, 2 empates y 8 derrotas. Aunque el balance pareciera ser regular al obtener el 51% del total de los puntos posibles, la realidad es que el equipo de la BUAP se sacó un sobresaliente en su primera participación.
Todavía se recuerda la pretemporada, después de conseguir la hazaña del Ascenso, cuando Lobos lucía por haberse reforzado de gran manera pero en sus duelos de preparación, pareciera no cuajar. Siguiendo la analogía del estudiante, aquí es cuando un nuevo estudiante queda en la universidad pero tiene que meter materias y al final le queda un horario horrible, pero sabe que cuando empiece el semestre deberá cumplir con sus obligaciones.
El principio fue prometedor, con empate con Santos 2-2, y dos victorias seguidas con Querétaro y Pachuca, se tenían siete puntos en tres jornadas, eran líderes del torneo, todo era miel sobre hojuelas... es como ese estudiante que empieza fuerte el semestre, cumpliendo con todo, sacando puro 10, llegando temprano a clase y quedando bien con la profesora.
Es aquí donde empezaron los problemas, cuando el estudiante universitario promedio ve que va bien... siempre, siempre, se confía y comienza a salir de fiesta, esa fiesta que terminas hasta desconociendo a tus amigos, llegando crudo a clases y dejando todo para el final. Así como le pasó a Lobos con William Palacios y Julián Quiñones, la fiesta terminó mal, te distraes y cuando te das cuenta, ya pasaron cinco partidos donde solo hiciste un punto, habiendo perdido ante Pumas, América, Tigres y Morelia, solo sacando un punto ante Atlas y eso con un hombre de más.
Pero cuando ya vas mal, reaccionas para los parciales. Esos sí no se pueden reprobar aunque llegues tarde, mal vestido y no lleves ni una lápiz. El parcial llegó para Lobos con Veracruz y Chivas, los pasó, pero como no habían ido a clases no sabían que el profesor les pidió ir formal para el éxamen y no llevaban la vestimenta adecuada, otro poco y no presentan el parcial... Como olvidar cuando la manada se le olvidó el uniforme que le tocaba para jugar en el Puerto, y retrasó el partido más de media hora. No importó que se hubieran equivocado, después de esperar a que el profe. les diera chance de jugar así, pasaron la prueba derrotando a Veracruz 1-0, y de paso a Chivas 2-1, con un golazo de chilena de Amaury Escoto.
Ya cuando compones el rumbo, te vuelves a confiar porque lo hiciste bien en los examenes. Así Lobos, perdiendo ante León, Toluca y Xolos. Con 14 puntos para la Jornada 14, se venían los finales, esa época donde pones el máximo esfuerzo porque NO puedes reprobar, porque no quieres irte a recurso (En este caso la Liga de Ascenso).
Los Lobitos, como buenos universitarios le metieron con todo a ese último parcial, porque es el que más vale, ganaron tres de sus últimos cuatro partidos. Le ganaron a Cruz Azul, sacaron mejor calificación que el matadito de la clase (le ganaron a Monterrey, líder del torneo) y aprobaron la materia con el maestro que peor les cae, ganando el Clásico Poblano.
Y así, después de un largo recorrido, los Lobos pasaron el semestre, y aunque les pasó de todo durante la campaña su calificación sin duda debe ser sobresaliente, porque para el siguiente semestre ya solo necesitan 17 puntos para conseguir esa salvación que les permitirá mantenerse en la universidad por mucho tiempo. Por ahora toca irse a descansar después de mucho esfuerzo, ya después tocará estresarse por los nuevos compañeros de clase (transferencias) y los que ya no van a estar en tu grupo de amigos (los transferibles). Pero eso ya es otra historia...