top of page

Anthony Edwards y el giro para volver a la contienda por ser el mejor novato

Es difícil ser seleccionado No. 1 en cualquier deporte profesional de los Estados Unidos. Incluso, es aún más difícil ser el primero y que el que venga detrás de ti tenga muchos más reflectores que tú encima, que te quite de inmediato de la plática al mejor novato del año y que, a pesar de que puedas hacer bien las cosas, quedes a la sombra de él. Para ejemplificar este caso, la travesía de Anthony Edwards no podía asemejarse mejor a través de lo que vive con LaMelo Ball, un peso que en las últimas semanas ha podido quitarse de encima.

El menor de esta dinastía de hermanos llegó de inmediato a impactar con sus asistencias de magia y la manera de leer canchas profesionales en la NBA. Al principio, venía de la banca, pero eso no impidió que todo estuviera sobre de él. En cambio, para Edwards no fue de la misma manera presentando varias dudas en ataque, tomando decisiones incorrectas en momentos cruciales y siendo más un jugador de rol que el mejor rookieelegido en el pasado draft. Y así como mal lo pasaba él, también los Timberwolves sin Karl-Anthony Towns, sin D’Angelo Russell teniendo tiempo con su amigo y Ricky Rubio sin encontrar su punto de explosión.


Todo lucía mal, por donde uno lo quisiera mirar, las cosas nada más no se lograban ver con un futuro. Sin embargo, para los últimos días eso ha cambiado, especialmente desde el 29 de enero que Edwards pudo tomar un lugar en el quinteto titular de Minnesota. Después de ser uno de los peores tiradores en la liga y con uno de los desempeños más bajos, el ex de Georgia ha evolucionado en varios aspectos de su juego reflejando cada asunto en las hojas cuando vemos que un aproximado de 12 puntos por partido se ha convertido desde la fecha mencionada en un 17.6 y que sus asistencias también han sido mejores teniendo en este lapso de tiempo en 3.4. De hecho, para su último juego contra los Lakers de Lebron James sin Anthony Davis, el juvenil de 19 años firmó su mejor juego en producción con 28 unidades y su aún máxima de 5 pases al aro.


Ahora, no es que estemos hablando del candidato por votación unánime al premio Rookie of the Year, sino que estamos encontrando al chico que ha tomado con soltura cada una de las decisiones de Ryan Saunders y que, en el momento que se lo permitió, ha aprovechado más las posesiones que se le dan, las definiciones que pueden tomar y el aprendizaje de gente como Rubio, un campeón mundial que ha dicho poder revivir su juego de la energía y actitud positiva de todos los días con la que cuenta Edwards.


Sí, la presión ganó en un principio. Sí, es difícil hoy ver luz en Minnesota. Sí, viene otro Edwards y más con la ausencia que tendrá las próxima semanas Russell. Los puntos los tiene, pero tiene que venir un mayor impacto, ser crucial en algunos resultados, no ser uno más en la quinteta titular, poder ser alguien que tenga la última palabra y su equipo le confíe, tal y como su maestro español lo hizo ante Los Ángeles para engañar y después de soltar el triple desde la lateral.


Antes era Tyrese Haliburton, Immanuel Quickley o hasta Patrick Williams. Para hoy, ellos pueden quedarse atrás -por ahora- porque lo único que queda en la mira de Anthony Edwards es demostrarle al medio que Gerson Rosas no se equivocó en llevarlo a su franquicia y que, sin todas las cámaras sobre de él, puede ser mejor que Ball y su fama.


Es pronto, pero habrá que tomarle la palabra a Dwyane Wade, este chico puede ser mejor que él y podría ser el pilar en el que base ahora su futuro el antiguo equipo de Kevin Garnett.

Kommentare


bottom of page