Por Daniela Quiroz/@Quiroz_PS
Tras el fallecimiento de la leyenda Rafael “Caballo” Heredia, la jugadora de los Azteca de la UDLAP, Anna Laura Sánchez Heredia, nieta de Rafael Heredía, nos compartió una última despedida dirigida al ex jugador quien deja un legado intacto en la historia del baloncesto mexicano inspirando a una generación de jugadores que sueñan con representar a México.
Querido abuelo:
Quiero agradecerte por cada palabra y consejo, porque así demostrabas la sabiduría que habías adquirido con los años, eso sin duda es el mejor legado que pudiste dejarme. Gracias por transmitirme el amor y jovialidad que sentías por la vida, ahora sé que debo y puedo disfrutarla a cada momento y que siempre tengo que poner una sonrisa ante los problemas. Gracias por enseñarme a ser joven en el corazón. Jamás olvidaré tantas anécdotas que me contaste acerca de cómo había sido tú vida siendo más joven, que te encantaba bailar, y hasta hace poco no dejabas de mover esas caderas al ritmo de la música, del deporte que más amabas que era el basquetbol, los viajes, las experiencias que tuviste cuando eras jugador, como el haber representado a México en tantos torneos internacionales importantes y incluso el que no es imposible llegar a unos Juegos Olímpicos. También el cómo me presumías que decían algunas de tus admiradoras, “uno de los más guapos jugadores del equipo mexicano”.
A pesar de las dificultades que alguna vez tuvimos, sé que para ti siempre fui la pequeña que te llenaba de orgullo, la niña centrada, inteligente pero al mismo tiempo llena de inocencia. Para mí fuiste mi compañero de diversión e inteligencia. Sé que te encuentras en el mejor lugar que existe, el cielo, y desde allá continuarás cuidándome a cada paso que daré. Sé que estarás ahí para advertirme cuando las cosas están mal y también estarás ayudándome a alcanzar mis sueños. Sé que continuarás mostrándome la realidad y haciéndome entender cuando las cosas simplemente no están bien. Gracias porque sé que continuarás apoyándome y que jamás dejarás de hacerlo, aún cuando no pueda verte físicamente. Fuiste, eres y serás siempre el mejor abuelo de mi mundo. El que compartía conmigo cada aventura y cada travesura sin importar la distancia que nos llegara a separar.
Gracias por todo y hasta siempre abuelo.
Por otro lado, Anna se dirigió a su madre quien junto su abuelo la inspiraron a seguir los pasos del baloncesto, impulsándola a seguir en la búsqueda de sus sueños y aspiraciones, como es el pertenecer a la selección mexicana y representar a nuestro país de la mejor manera para continuar con el legado escrito por la familia Heredia.
Mamá gracias a ti hoy sé que mis logros me pertenecen y que mis sueños no tienen fecha de caducidad. Y cuando más pequeña me he sentido, más me has acurrucado, llenando con tus besos el vacío que la desesperación provocó. Gracias por tenerme tanta paciencia a la hora de hacerme ver mis errores y por tener esa fuerza sobrehumana que te caracteriza.
Eres mi mayor privilegio y mi mayor regalo. Te lo mereces todo porque me has entregado a la vida y por muchísimo más. Gracias por siempre estar en todos los partidos que he tenido, por siempre ir a apoyarme y a darme aliento para que siga dando lo mejor de mi en cada partido y en cada paso que he dado por esta vida.
Te amo mamá.
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